Nadie del entorno blanquinegro sabe después de diecisiete jornadas si pensar en cotas altas o seguir aumentando distancias sobre la parte peligrosa, en la que ha estado algunas semanas.
El caso real al cien por cien es que la Balona está a sólo seis puntos de las posiciones de promoción de ascenso pero también está a sólo tres de la fase de permanencia y a cinco del descenso, donde además hay un equipo, el Cádiz, que debe salir de ahí.
La lógica dice que el final de la primera vuelta ante Écija Balompié en casa y Lucena fuera puede decidir mucho en este sentido, pero tal y como están la competición en general y el equipo en particular, parece imposible que haya luces en las próximas semanas. Ya pasó cuando se ganó a domicilio al UCAM Murcia y luego, cuando todo parecía encarrilado, se cayó en casa ante el Cacereño.
Precisamente es el conjunto extremeño de Julio Cobos el que marca ahora el camino que debió seguir la Balona y que había creado ilusión entre los seguidores tras la victoria del Mayayo. Los verdes ganaron en La Línea y esta semana derrotaron al San Roque, con lo que tras estar empatados a 19 puntos con los linenses ahora son séptimos a tres puntos del cuarto. Eso le podría haber ocurrido a la Balona si llega a vencer en el Municipal Linense hace ahora nueve días.
Un grupo sorprendente
Lo que está ocurriendo esta temporada en el grupo IV no tienen parangón en los treinta y cinco años de existencia de la Segunda División B. Ningún equipo ha sido capaz de ganar la mitad de los partidos. Los que más, los de arriba, sólo ocho encuentros en diecisiete jornadas. Eso da una idea de la tremenda igualdad existente, que en algunos ámbitos se relaciona con un bajo nivel de calidad, aunque eso debe tener sus matices.
El año pasado, a estas alturas de la competición, el líder (Betis B) tenía cinco puntos más que el San Fernando, líder actual, y había ganado tres partidos más. Cinco equipos habían ganado más de la mitad de los partidos, entre ellos la Balona, que llevaba nueve victorias. Se habían marcado veintiséis goles más que este año (415 por 389).
El año pasado, a estas alturas de la competición, el líder (Betis B) tenía cinco puntos más que el San Fernando, líder actual, y había ganado tres partidos más. Cinco equipos habían ganado más de la mitad de los partidos, entre ellos la Balona, que llevaba nueve victorias. Se habían marcado veintiséis goles más que este año (415 por 389).
Otro dato significativo es que los cuatro primeros clasificados de la pasada temporada están este año lejos de los primeros puestos. El San Roque de Lepe es el único que parece mantener algo el tipo. Era cuarto entonces y ahora es octavo. Pero el entonces líder, el Betis B, es ahora penúltimo. El vicelíder Cádiz ahora es tercero por la cola y ya ha tenido tres entrenadores, como el filial verdiblanco. El Lucena, que era tercero, ahora es duodécimo y no termina de arrancar, como le ocurre a la Balona.
La próxima jornada, lejos de aclarar, puede que provoque una mayor contracción en la cabeza. El líder San Fernando tiene un partido muy duro en Melilla ante un adversario que viene de ganar al Jaén y al Almería B. Pero es que el Albacete Balompié va a Lepe y luego se celebra un Jaén-Almería B de incierto pronóstico. El gran beneficiado puede ser el Cartagena pero hay equipos como el Cacereño, el San Roque y el Écija que pueden verse muy beneficiados por los marcadores del sábado.