El féretro, a la salida de la iglesia |
El funeral de Luis Santiago Infante, Luis Manciño, constituyó una impresionante manifestación de cariño que empezó en la parroquia de San Bernardo Abad, donde se ofició un responso, y que no se terminó hasta el mismo cementerio, al que acudieron decenas de personas para estar con el fallecido en su último momento.
Las escenas de dolor fueron constantes entre los familiares y muchos de sus amigos no pudieron ni quisieron reprimir las lágrimas por un suceso tan triste. El párroco de San Bernardo resaltó durante el responso las cualidades humanas de Luis Manciño, que mañana recibirá un cálido homenaje póstumo en el Balona-Cádiz. Las plantillas del club, la directiva, el cuerpo técnico y muchos aficionados acudieron al acto del sepelio.