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Monti
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| Fajardo, contento en La Línea. |
El diario venezolano Panorama publica una entrevista con Fajardo, jugador de la Balona convocado por la selección de su país. En ella resalta el buen momento anímico que atraviesa y lo bien que se le trata en La Línea. Textualmente dice que el pundonor de Francisco Fajardo lo mantiene en la lucha por un puesto en la selección de mayores. Su nombre volvió a la palestra tras ser convocado por el técnico venezolano César Farías para los módulos de trabajo en Madrid, de cara a los duelos eliminatorios contra Colombia y Argentina.
En 2009 le auguraron que no seguiría jugando tras una triple fractura de tibia y peroné en la pierna derecha. “No sabía si llorar o reír de la felicidad con la noticia de la convocatoria. No sabía cómo expresar lo que sentía. Estoy súper feliz. No encuentro otra palabra superior a feliz, si hubiera una la dijera. Estoy agradecido con Dios y mi señor Jesucristo por la ayuda todo este tiempo desde antes de jugar fútbol, mi lesión y todo. Muy agradecido también con el cuerpo técnico de la selección, con el profe César, por el nuevo llamado. Estaré de nuevo con mis compañeros de la sub 20 y con otros como Amorebieta, Túñez, Dani Hernández, Juan Arango. Es un orgullo estar en la misma lista en la que están ellos. Espero realizar buenos trabajos con la selección”.
Fajardo despuntó en el Suramericano sub 20 de 2009 con la Vinotinto. Lateral derecho guerrero, fuerte y veloz, cooperó con la clasificación al Mundial de Egipto 2009 pero meses antes del torneo en África sufrió la lesión. “Es difícil, la impotencia por no jugar el Mundial por una lesión, no poder ayudar a mis compañeros. Pude viajar con ellos y Dios me ayudó a salir de la lesión. Agradecido también con mis compañeros, la Federación, el cuerpo técnico. Viví con ellos cada victoria y cada derrota en el Mundial. Sufrí queriendo estar en el campo o en la banca. Fueron momentos difíciles que tampoco olvidaré. Me decían que no volvería a jugar por el tipo de lesión, pero mi Dios es poderoso, pude volver y ahora estoy en Europa. Sé que seguirán viniendo bendiciones de Dios”.
Hace seis meses arribó desde el Aragua a la Balona. “Al principio me costó adaptarme al horario, me costaba comer, pasaba un día completo sin comer, porque no me había adaptado. También me pasó factura perderme los primeros partidos de la Liga. Pero a medida que fue pasando el tiempo fui agarrando el ritmo, mejorando en todos los aspectos hasta que el entrenador me dio la oportunidad y he estado jugando varios partidos. La gente me trata de maravilla, el club, mis compañeros. La vida se trata de sacrificios, espero que todo siga mejorando, confío en que mi Dios cada día me dará muchas cosas buenas”.
En 2009 le auguraron que no seguiría jugando tras una triple fractura de tibia y peroné en la pierna derecha. “No sabía si llorar o reír de la felicidad con la noticia de la convocatoria. No sabía cómo expresar lo que sentía. Estoy súper feliz. No encuentro otra palabra superior a feliz, si hubiera una la dijera. Estoy agradecido con Dios y mi señor Jesucristo por la ayuda todo este tiempo desde antes de jugar fútbol, mi lesión y todo. Muy agradecido también con el cuerpo técnico de la selección, con el profe César, por el nuevo llamado. Estaré de nuevo con mis compañeros de la sub 20 y con otros como Amorebieta, Túñez, Dani Hernández, Juan Arango. Es un orgullo estar en la misma lista en la que están ellos. Espero realizar buenos trabajos con la selección”.
Fajardo despuntó en el Suramericano sub 20 de 2009 con la Vinotinto. Lateral derecho guerrero, fuerte y veloz, cooperó con la clasificación al Mundial de Egipto 2009 pero meses antes del torneo en África sufrió la lesión. “Es difícil, la impotencia por no jugar el Mundial por una lesión, no poder ayudar a mis compañeros. Pude viajar con ellos y Dios me ayudó a salir de la lesión. Agradecido también con mis compañeros, la Federación, el cuerpo técnico. Viví con ellos cada victoria y cada derrota en el Mundial. Sufrí queriendo estar en el campo o en la banca. Fueron momentos difíciles que tampoco olvidaré. Me decían que no volvería a jugar por el tipo de lesión, pero mi Dios es poderoso, pude volver y ahora estoy en Europa. Sé que seguirán viniendo bendiciones de Dios”.
Hace seis meses arribó desde el Aragua a la Balona. “Al principio me costó adaptarme al horario, me costaba comer, pasaba un día completo sin comer, porque no me había adaptado. También me pasó factura perderme los primeros partidos de la Liga. Pero a medida que fue pasando el tiempo fui agarrando el ritmo, mejorando en todos los aspectos hasta que el entrenador me dio la oportunidad y he estado jugando varios partidos. La gente me trata de maravilla, el club, mis compañeros. La vida se trata de sacrificios, espero que todo siga mejorando, confío en que mi Dios cada día me dará muchas cosas buenas”.
