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Monti
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| Esta fue la útima Balona que visitó El Palmar/J.M.F. |
A pesar de que parezca lo contrario, la Balona no visitó Sanlúcar de Barrameda hasta la temporada 1968-69, cuando ambos militaban en Tercera División y los linenses habían perdido el ascenso a Segunda el año anterior ante el Indauchu.
En la primera visita blanquinegra a El Palmar, el resultado final fue de empate a uno. Ya al año siguiente, en la 69-70, los linenses lograron imponerse por la mínima (0-1).
Después de estas dos primeras visitas, el conjunto verdiblanco bajó a Regional Preferente y no volvió a medirse a la Balona hasta la 80-81, en la que cosechó un rotundo 3-0 sobre los blanquinegros en una mala temporada de la Balona pero muy buena para el recién ascendido equipo sanluqueño.
La última vez que los linenses militaron en el grupo X, el año anterior de subir por primera vez a Segunda B, la 81-82, el partido se jugó un sábado por la tarde con Juan Vázquez como entrenador y con muchos canteranos en las filas. Un gol de Velasco no fue suficiente y al final hubo empate.
Ya no volvieron a verse las caras hasta la temporada 88-89, en la que el equipo sanluqueño debutó en Segunda B. Los verdiblancos realizaron una magnífica temporada y acabaron tercero gracias, entre otros, a marcadores como el 4-2 sobre la Balona, que decimocuarta.
En la siguiente, la 89-90, se celebró el Sanluqueño-Balona más importante de la historia. Última jornada de liga con la Balona obligada a vencer para salvarse del descenso a Tercera. Cientos de aficionados se desplazaron para estar con los de Baby, que no habían conseguido una sola victoria a domicilio en toda la temporada. Terreno en pésimas condiciones, lucha intensa los noventa minutos y gol de Manolo Ahumada que supuso la victoria y, como consecuencia, la salvación. La fiesta blanquinegra no espero a llegar a La Línea y se vivió en el mismo Sanlúcar.
En la 90-91, la Balona había comenzado líder tras ganar 3-0 al Ceuta en la jornada inaugural del campeonato. Eso provocó que la afición se desplazara en masa a Sanlúcar para el encuentro de la segunda jornada. Pero la desilusión fue mayúscula tras un 4-1 decepcionante que devolvió a todos a la cruda realidad de una temporada que acabó con una múltiple carambola.
La última vez que se enfrentaron en Segunda B fue en la 91-92, la de la promoción de ascenso a Segunda A. Casi al final de la liga se enfrentaron con mucho por decidir pero no se pasó del empate inicial. El Sanluqueño bajó ese año.
La Balona descendió al siguiente y se volvieron a ver en Tercera en la 93-94. A partir de entonces se inició una larga trayectoria de enfrentamientos siempre en Tercera División sólo interrumpida por las tres etapas de la Balona en Segunda B.
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| Año 2009-10 y derrota decepcionante |
En catorce encuentros en El Palmar la Balona ganó seis, cinco de ellos por el mismo marcador de 1-2 en las temporadas 97-98, 2003-04, 05-06, 06-07 y 07-08 y otro por 1-3 en la 95-96. En este periodo, el Sanluqueño ganó cinco veces, dos de ellas por 2-0 y 1-0 y la otra por 2-1. El primer encuentro de esta larga trayectoria de partidos fue en la 93-94 y en dicho partido, el sábado 7 de diciembre de 1993, se produjo el debut de Alberto Merino con Baby como entrenador. El de La Atunara apenas si tenía dieciocho años y pasó inadvertido dentro del mal tono general del equipo aquella tarde.
En la 2007-08, la del ascenso en Miranda, la Balona ganó 1-2 pero con suspenso final. Con el 0-2, Noel desperdició un penalti que habría sido definitivo y el Sanluqueño se fue arriba y acortó distancias hasta poner en peligro la reacción de una Balona que entonces estaba escalando posiciones en busca de la fase de promoción.
Los dos últimos partidos entre ambos tuvieron transcendencia. En la 2009-10, una Balona en buen momento con Juan Carlos Añón en el banquillo visitaba El Palmar con la idea de seguir acercándose a la cabeza pero un partido desastroso acabó aquel día con las aspiraciones por mucho que luego se quiso enmendar. Y en la novena jornada de la temporada 2010-11 se produjo una sonrojante derrota por un corto 1-0 pero con una imagen triste del equipo que llevó a la toma de decisiones cuyo resultado final fue el ascenso de categoría. El partido de Sanlúcar supuso un antes y un después.
