13:53
Monti
 |
| David Hernández, un pilar importante. |
José Manuel Fernández/PB
Alcanzadas ya dos de las primeras metas, ahora toca empezar a pensar en cotas un poco más altas en el último tercio de la competición.
La Balona dejó casi sentenciada su permanencia con la victoria conseguida la semana pasada en La Roda (1-2) y, además, entró por primera vez en toda la temporada en puestos de promoción de ascenso a Segunda A. Ahora, con once jornadas por delante, treinta y tres puntos, lo que se necesita es la consolidación entre los cuatro primeros y la certificación de la presencia en la próxima edición de la atractiva Copa del Rey en la que intervendría por tercer año consecutivo. Para ello podría bastar con terminar entre los siete primeros o incluso ocho si entre ellos está alguno de los filiales.
Para ir cimentando estos nuevos objetivos en los que ya piensa Rafael Escobar es fundamental la victoria ante la Unión Deportiva Melilla, un equipo en mal momento pero capacitado para reaccionar. Hasta hace poco era rival directo de la Balona en la lucha por la parte alta, pero cuatro partidos sin ganar le han dejado a siete puntos de los linenses y pueden irse ya a diez.
La Balona está igualada a puntos con el tercer clasificado, el San Fernando, que le supera en la diferencia de goles. Los blanquinegros saltarán al campo conociendo el marcador del partido de los isleños en Lucena, que se juega a las doce del mediodía. Si los de Pepe Masegosa no ganan, la Balona será tercera si vence al Melilla aunque también puede serlo si se impone por una diferencia de dos goles más a la que el San Fernando pudiera conseguir si gana en Lucena.
Aparte, los incómodos partidos que tienen que jugar Real Jaén y Cartagena en Loja y ante el Cádiz, respectivamente, proporcionan otro aliciente más. Si los dos primeros no ganan, la Balona tendrá opciones matemáticas de ser líder la semana que viene si vence en el campo jiennense. Es algo que ahora suena a cuento de la lechera pero que es una probabilidad existente dentro de la especulación y que debe servir como acicate para que los aficionados acudan en gran número al Municipal.
De todas formas, el cuerpo técnico y los jugadores insisten en ir partido a partido. Hasta ahora les ha ido bien y han ido alcanzando a sus adversarios clasificatorios igualando a puntos antes de superarlos, es decir, algo parecido a lo que puede suceder este domingo. Además, en ese asomo de estirón que parece darse en el grupo, sacar adelante el partido sería fundamental para ir dejando atrás a equipos como Écija, Cacereño o Lucena, que todavía están al acecho y que están incluidos en la relación de rivales pendientes de la Balona en estas once jornadas que restan para el final.
Son muchos elementos, por tanto, los que se reúnen para otorgar al partido la consideración de fundamental. No es decisivo pero sí supondría un paso muy firme de la Balona para conseguir otro de sus objetivos. en contra va a tener a un equipo necesitado de reacción y que sabe que el Municipal se le da muy bien en la historia reciente.
La Balona dejó casi sentenciada su permanencia con la victoria conseguida la semana pasada en La Roda (1-2) y, además, entró por primera vez en toda la temporada en puestos de promoción de ascenso a Segunda A. Ahora, con once jornadas por delante, treinta y tres puntos, lo que se necesita es la consolidación entre los cuatro primeros y la certificación de la presencia en la próxima edición de la atractiva Copa del Rey en la que intervendría por tercer año consecutivo. Para ello podría bastar con terminar entre los siete primeros o incluso ocho si entre ellos está alguno de los filiales.
Para ir cimentando estos nuevos objetivos en los que ya piensa Rafael Escobar es fundamental la victoria ante la Unión Deportiva Melilla, un equipo en mal momento pero capacitado para reaccionar. Hasta hace poco era rival directo de la Balona en la lucha por la parte alta, pero cuatro partidos sin ganar le han dejado a siete puntos de los linenses y pueden irse ya a diez.
La Balona está igualada a puntos con el tercer clasificado, el San Fernando, que le supera en la diferencia de goles. Los blanquinegros saltarán al campo conociendo el marcador del partido de los isleños en Lucena, que se juega a las doce del mediodía. Si los de Pepe Masegosa no ganan, la Balona será tercera si vence al Melilla aunque también puede serlo si se impone por una diferencia de dos goles más a la que el San Fernando pudiera conseguir si gana en Lucena.
Aparte, los incómodos partidos que tienen que jugar Real Jaén y Cartagena en Loja y ante el Cádiz, respectivamente, proporcionan otro aliciente más. Si los dos primeros no ganan, la Balona tendrá opciones matemáticas de ser líder la semana que viene si vence en el campo jiennense. Es algo que ahora suena a cuento de la lechera pero que es una probabilidad existente dentro de la especulación y que debe servir como acicate para que los aficionados acudan en gran número al Municipal.
De todas formas, el cuerpo técnico y los jugadores insisten en ir partido a partido. Hasta ahora les ha ido bien y han ido alcanzando a sus adversarios clasificatorios igualando a puntos antes de superarlos, es decir, algo parecido a lo que puede suceder este domingo. Además, en ese asomo de estirón que parece darse en el grupo, sacar adelante el partido sería fundamental para ir dejando atrás a equipos como Écija, Cacereño o Lucena, que todavía están al acecho y que están incluidos en la relación de rivales pendientes de la Balona en estas once jornadas que restan para el final.
Son muchos elementos, por tanto, los que se reúnen para otorgar al partido la consideración de fundamental. No es decisivo pero sí supondría un paso muy firme de la Balona para conseguir otro de sus objetivos. en contra va a tener a un equipo necesitado de reacción y que sabe que el Municipal se le da muy bien en la historia reciente.
