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Monti
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| Imagen de un entrenamiento de esta semana. |
José Manuel Fernández/PB
La cosa se ha puesto bien con el empate del Lucena en su campo. Ahora, la Balona se puede colocar a dos puntos del tercer clasificado si gana y si el San Fernando pierde en Cartagena.
Pero este domingo hay más partidos que generan un interés añadido al que disputan este domingo a las seis de la tarde en el Municipal Linense la Balona y el UCAM Murcia, en lo que la directiva blanquinegra quiere que sea una fiesta. El precio de las localidades de la grada de preferencia, sólo un euro, hará que el Municipal presente un extraordinario aspecto semejante al de la temporada pasada en encuentros como el de La Unión, el Lucena o el Betis B.
El equipo linense afronta el encuentro con la sensible baja de Carlos Guerra, expulsado en Sevilla por doble amonestación. En cambio, vuelven a la convocatoria Rubén Cuesta y Copi, que no se enfrentaron al Betis B por acumulación de amonestaciones. También es probable el regreso de Olmo al once inicial y, ya menos posible, el de Juanpe a la convocatoria.
La alineación es una incógnita, lo mismo que la convocatoria. Rafael Escobar no descarta introducir algún cambio respeto a lo que la lógica invita a pensar. La teoría dice que podría repetir en gran parte el equipo del pasado domingo después de haber conseguido la victoria pero ello supone prescindir de Rubén Cuesta y de Copi, hombres necesarios en este momento de la competición. Por eso, no se puede ignorar que uno de los dos ocupe el puesto en la media punta en lugar de Ezequiel a pesar de que el canterano lo hizo bien en la ciudad deportiva Luis del Sol mientras estuvo en plenitud de condiciones. Podría ser más lógica la presencia del cordobés por aquello de su capacidad a balón parado, pero no se puede descartar ninguna otra posibilidad.
El equipo linense lleva tres jornadas sin conocer la derrota pero por encima de la racha está la demostración de coraje de la semana pasada. En casa, en cambio, no gana desde el 24 de febrero, pero en los tres partidos ante Melilla, Almería B y Villanovense mereció mejores marcadores. Llega la ocasión de demostrarlo ante un adversario que está realizando una gran segunda vuelta a pesar de su incómoda clasificación. Para los murcianos, el encuentro es la primera de las cinco finales que tiene por delante, aunque perder no sería definitivo.
La cosa se ha puesto bien con el empate del Lucena en su campo. Ahora, la Balona se puede colocar a dos puntos del tercer clasificado si gana y si el San Fernando pierde en Cartagena.
Pero este domingo hay más partidos que generan un interés añadido al que disputan este domingo a las seis de la tarde en el Municipal Linense la Balona y el UCAM Murcia, en lo que la directiva blanquinegra quiere que sea una fiesta. El precio de las localidades de la grada de preferencia, sólo un euro, hará que el Municipal presente un extraordinario aspecto semejante al de la temporada pasada en encuentros como el de La Unión, el Lucena o el Betis B.
El equipo linense afronta el encuentro con la sensible baja de Carlos Guerra, expulsado en Sevilla por doble amonestación. En cambio, vuelven a la convocatoria Rubén Cuesta y Copi, que no se enfrentaron al Betis B por acumulación de amonestaciones. También es probable el regreso de Olmo al once inicial y, ya menos posible, el de Juanpe a la convocatoria.
La alineación es una incógnita, lo mismo que la convocatoria. Rafael Escobar no descarta introducir algún cambio respeto a lo que la lógica invita a pensar. La teoría dice que podría repetir en gran parte el equipo del pasado domingo después de haber conseguido la victoria pero ello supone prescindir de Rubén Cuesta y de Copi, hombres necesarios en este momento de la competición. Por eso, no se puede ignorar que uno de los dos ocupe el puesto en la media punta en lugar de Ezequiel a pesar de que el canterano lo hizo bien en la ciudad deportiva Luis del Sol mientras estuvo en plenitud de condiciones. Podría ser más lógica la presencia del cordobés por aquello de su capacidad a balón parado, pero no se puede descartar ninguna otra posibilidad.
El equipo linense lleva tres jornadas sin conocer la derrota pero por encima de la racha está la demostración de coraje de la semana pasada. En casa, en cambio, no gana desde el 24 de febrero, pero en los tres partidos ante Melilla, Almería B y Villanovense mereció mejores marcadores. Llega la ocasión de demostrarlo ante un adversario que está realizando una gran segunda vuelta a pesar de su incómoda clasificación. Para los murcianos, el encuentro es la primera de las cinco finales que tiene por delante, aunque perder no sería definitivo.
