Este equipo encajó el 5-1 en Sanlúcar. |
Los cinco goles encajados por la Balona en Sanlúcar de Barrameda suponen la duodécima ocasión en la que el equipo linense recibe esa cifra o más en sus dieciséis temporadas en la Segunda División B.
Los peores años en este aspecto fueron el estreno en la 1983-84 y en la temporada del primer descenso a Tercera, la 1992-93. En aquella campaña del debut en la categoría de bronce, el primer palo se lo llevó la Balona en Jaén el domingo 6 de noviembre con un humillante 6-1 en el viejo estadio de La Victoria en un encuentro en el que, además, fue expulsado Varela. Pero sólo catorce días después, el 20 del mismo mes, la Balona volvió a ser vapuleada con un preocupante 5-0 en Puertollano ante el antiguo Calvo Sotelo. La negativa de la primera plantilla a jugar los tres últimos partidos en protesta por los impagos, fue necesario echar mano de jugadores del Recreativo Linense y de los juveniles. Aquello provocó el terrible 8-0 de Ceuta, el peor resultado de la historia de la Balona en Segunda B, y el 0-5 ante el Xerez en El Mirador, ya que hubo que jugar en el campo del Algeciras porque el Municipal estaba siendo acondicionado para el España-Yugoslavia del 7 de junio, preparatorio para la Eurocopa de 1984 en Francia.
Al año siguiente se normalizó algo la trayectoria de la Balona en la categoría hasta el punto de que llegó a luchar por el ascenso en la última jornada. Pero eso no impidió que en la jornada 34 cayera por un inesperado 5-2 en Manacor ante un equipo que estaba abajo. Este resultado fue la clave de que no se lograra el ascenso a Segunda A. Habría bastado un empate para subir.
El 14 de abril de 1991 se produjo el peor resultado en casa en Segunda B. Un Mérida lanzado hacia la Primera División se impuso en el Municipal Linense el Domingo de Resurrección por un claro 1-6.
En el año del primer descenso hubo que lamentar tres debacles en forma de goleada. En la 92-93, con el equipo mal desde primera hora, se sufrió otra de las sonoras derrotas de la historia blanquinegra en Segunda B. Fue el 1 de noviembre en Almendralejo ante el Extremadura, que le endosó un rotundo 7-1 al equipo entrenado entonces por Baby. Pero no fue la única aquella temporada. El 7 de febrero, un día antes de que Antonio González Aragón y José Manuel Fernández se hicieran cargo de la entidad, un 5-0 en Huelva ante el Recreativo hundió más a todo el entorno blanquinegro, que se fue mentalizando de lo que iba a suceder. En la última jornada, con el equipo ya descendido, una Balona llena de canteranos perdió 5-1.
La Línea fue escenario del siguiente resultado adverso de esos que hay que olvidar pronto. El Villanovense hizo un 3-5 tan inesperado como rotundo. Y este año, nuevo 5-3 adverso, esta vez en Sevilla ante el filial nervionense, y el aún reciente 5-1 en Sanlúcar.