13:56
Monti
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| Bello intenta irse de un defensa. |
José Manuel Fernández/PB
Fotos: Eduardo Ayala
Que la Balona es ya tercera es algo incuestionable que viene a reflejar las consecuencias de un trabajo enorme de todo el entramado blanquinegro, pero falla la afición, que no se dio cita en el número adecuado y que, además, se equivocó al reprochar la sustitución de David Hernández, que estaba con molestias. Fue sólo un sector, pero ruidoso y decepcionante. Este sector fue incapaz de valorar el trabajo del entrenador de la Balona, que no se merecía precisamente eso, sino todo lo contrario, pero se demostró que la Balona tiene que sortear ya demasiadas dificultades para seguir adelante. La decepción de la directiva era justificada al cien por cien.
Y todo a pesar de que el partido fue entretenido, falto de calidad en muchos momentos pero intenso y digno por ambos bandos. El Melilla empezó fuerte y se pudo poner por delante al minuto y medio cuando Copi despejó un saque de esquina y la pelota vino a dar en el larguero. Este arranque trepidante prometía un buen partido pero el Melilla era el que más asustaba. Apenas se había cumplido el minuto 5 cuando César Díaz aprovechó un despiste defensivo local para quedarse en buena posición y disparar con intención pero la pelota se fue desviada.
La Balona tenía claro que su deseo de acercarse al líder iba a encontrar seria resistencia. El Melilla no iba a ser cómodo ni mucho menos aunque la contienda se fue nivelando.
Dos jugadas de ataque de la Balona finalizadas con dudosos fueras de juego hicieron concebir esperanzas de reacción.
El partido se fue nivelando pero el Melilla seguía dando sensación de peligro en cada ataque. Un cabezazo de Chota fue despejado por Mateo en una gran intervención en el minuto 20, pero segundos después fue David Hernández el que pudo marcar con otro cabezazo que se fue fuera por poco. En el 25, Carlos Guerra no pudo aprovecharse de un error en el despeje de la zaga melillense y desperdició otra jugada de gol.
Las ocasiones y el juego se habían igualado pero el desacierto rematador era absoluto en ambos bandos. La Balona, muy mejorada respecto a la primera media hora, debió haberse marchado al descanso con ventaja. Tres claras ocasiones en los cinco últimos minutos fueron desbaratadas por un acertadísimo Munir. La primera fue un tremendo disparo de Copi en el 40’ al que siguió otro de Bello en el 41 y otro de David Hernández en el 43.
Tras el descanso se notó que la Balona estaba más suelta. El equipo de Rafael Escobar se fue soltando poco a poco y empezó a frecuentar las inmediaciones del área de Munir tal y como había hecho en los últimos compases del primer tiempo aunque sin el mismo peligro. Las faltas de Rubén Cuesta eran el recurso para tratar de inquietar al buen meta norteafricano, el mejor de su equipo.
El partido había perdido ritmo y para colmo fue necesaria la sustitución de David Hernández, afectado por problemas de lumbalgia. La entrada de Ocaña en su lugar acentuó el control del juego por parte de los linenses. Dos pases con intención del isleño hicieron pensar que el triunfo podía estar cerca. Ya el Melilla aparecía menos y la situación estaba algo más controlada, aunque seguían faltando las ocasiones de gol. Pese a ello, los de Juan Moya dieron un susto en un centro que se envenenó y que terminó con la pelota en el larguero y finalmente en corner.
Aunque la Balona había tomado el mando, el Melilla dejaba constancia de su peligrosidad cada vez que atravesaba la línea de centro del campo. La defensa estaba seria y firme pero el recuerdo de la Copa no terminaba de desaparecer. Por eso, llegó un momento en el que había que tener claro que si no se podía ganar el partido, había que intentar no perderlo, por lo que ya no hubo lugar para locuras ofensivas. Así que las llegadas empezaron a ser esporádicas. Un fenomenal zurdazo de Gallardo II que provocó el uy del público en el 76 fue lo más cercano antes de que en el 91 llegara la gran oportunidad. Joe logró centrar desde la derecha y la pelota cayó con cierta facilidad a Ayala, pero el cabezazo se le fue. La bala del Castillo no pudo conectar bien pese a estar en buena posición y se perdió una excelente oportunidad de haber logrado los tres puntos cuando ya no había tiempo para que el Melilla hubiera reaccionado.
Fotos: Eduardo Ayala
Que la Balona es ya tercera es algo incuestionable que viene a reflejar las consecuencias de un trabajo enorme de todo el entramado blanquinegro, pero falla la afición, que no se dio cita en el número adecuado y que, además, se equivocó al reprochar la sustitución de David Hernández, que estaba con molestias. Fue sólo un sector, pero ruidoso y decepcionante. Este sector fue incapaz de valorar el trabajo del entrenador de la Balona, que no se merecía precisamente eso, sino todo lo contrario, pero se demostró que la Balona tiene que sortear ya demasiadas dificultades para seguir adelante. La decepción de la directiva era justificada al cien por cien.
Y todo a pesar de que el partido fue entretenido, falto de calidad en muchos momentos pero intenso y digno por ambos bandos. El Melilla empezó fuerte y se pudo poner por delante al minuto y medio cuando Copi despejó un saque de esquina y la pelota vino a dar en el larguero. Este arranque trepidante prometía un buen partido pero el Melilla era el que más asustaba. Apenas se había cumplido el minuto 5 cuando César Díaz aprovechó un despiste defensivo local para quedarse en buena posición y disparar con intención pero la pelota se fue desviada.
La Balona tenía claro que su deseo de acercarse al líder iba a encontrar seria resistencia. El Melilla no iba a ser cómodo ni mucho menos aunque la contienda se fue nivelando.
Dos jugadas de ataque de la Balona finalizadas con dudosos fueras de juego hicieron concebir esperanzas de reacción.
El partido se fue nivelando pero el Melilla seguía dando sensación de peligro en cada ataque. Un cabezazo de Chota fue despejado por Mateo en una gran intervención en el minuto 20, pero segundos después fue David Hernández el que pudo marcar con otro cabezazo que se fue fuera por poco. En el 25, Carlos Guerra no pudo aprovecharse de un error en el despeje de la zaga melillense y desperdició otra jugada de gol.
Las ocasiones y el juego se habían igualado pero el desacierto rematador era absoluto en ambos bandos. La Balona, muy mejorada respecto a la primera media hora, debió haberse marchado al descanso con ventaja. Tres claras ocasiones en los cinco últimos minutos fueron desbaratadas por un acertadísimo Munir. La primera fue un tremendo disparo de Copi en el 40’ al que siguió otro de Bello en el 41 y otro de David Hernández en el 43.
Tras el descanso se notó que la Balona estaba más suelta. El equipo de Rafael Escobar se fue soltando poco a poco y empezó a frecuentar las inmediaciones del área de Munir tal y como había hecho en los últimos compases del primer tiempo aunque sin el mismo peligro. Las faltas de Rubén Cuesta eran el recurso para tratar de inquietar al buen meta norteafricano, el mejor de su equipo.
El partido había perdido ritmo y para colmo fue necesaria la sustitución de David Hernández, afectado por problemas de lumbalgia. La entrada de Ocaña en su lugar acentuó el control del juego por parte de los linenses. Dos pases con intención del isleño hicieron pensar que el triunfo podía estar cerca. Ya el Melilla aparecía menos y la situación estaba algo más controlada, aunque seguían faltando las ocasiones de gol. Pese a ello, los de Juan Moya dieron un susto en un centro que se envenenó y que terminó con la pelota en el larguero y finalmente en corner.
Aunque la Balona había tomado el mando, el Melilla dejaba constancia de su peligrosidad cada vez que atravesaba la línea de centro del campo. La defensa estaba seria y firme pero el recuerdo de la Copa no terminaba de desaparecer. Por eso, llegó un momento en el que había que tener claro que si no se podía ganar el partido, había que intentar no perderlo, por lo que ya no hubo lugar para locuras ofensivas. Así que las llegadas empezaron a ser esporádicas. Un fenomenal zurdazo de Gallardo II que provocó el uy del público en el 76 fue lo más cercano antes de que en el 91 llegara la gran oportunidad. Joe logró centrar desde la derecha y la pelota cayó con cierta facilidad a Ayala, pero el cabezazo se le fue. La bala del Castillo no pudo conectar bien pese a estar en buena posición y se perdió una excelente oportunidad de haber logrado los tres puntos cuando ya no había tiempo para que el Melilla hubiera reaccionado.
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| Escobar da instrucciones a Chico. |
Ficha del partido
Real Balompédica Linense: Mateo, Joe, Olmo, Carlos Guerra, Gallardo I, Alberto Merino (Ayala, 82’), Chico (Salvi, 72’), Bello, Rubén Cuesta, Copi, y David Hernández (Ocaña, 60’). Completaron el banquillo Pagola y Rafa Villén.
Unión Deportiva Melilla: Munir, Velasco, Amarito, Aranda, Sergio Sánchez, David Vázquez, Luis Domenech (Moha, 85’), Jairo Álvarez, Chota, César Díaz (Pepe, 93’) y Omar (Sidi, 72’). También estuvieron en la relación el portero Dorronsoro y Quique de la Mota.
Árbitro: Pinto Herrera (Tenerife). No influyó en el resultado con decisiones relevantes pero hizo un arbitraje repelente estropeado aún más por la actuación de su ayudante de la Preferencia, un verdadero desastre a la hora de señalar los fueras de juego contra la Balona. Amonestó a los jugadores linenses Joe (19’) y Olmo (74’) y a los visitantes Jairo Alvarez (24'), Velasco (27'), Chota (40'), Amarito (64'), Sergio Sanchez (76'), David Vázquez (78') y Munir (87'). Demasiadas tarjetas en un partido limpio.
Incidencias: Encuentro correspondiente a la vigesimooctava jornada del campeonato de Liga de Segunda B, grupo IV, jugado en el Municipal Linense ante unos mil trescientos espectadores. Antes de comenzar el partido se guardó un minuto de silencio en memoria de Emilio Almendral y de José Muriel.
Unión Deportiva Melilla: Munir, Velasco, Amarito, Aranda, Sergio Sánchez, David Vázquez, Luis Domenech (Moha, 85’), Jairo Álvarez, Chota, César Díaz (Pepe, 93’) y Omar (Sidi, 72’). También estuvieron en la relación el portero Dorronsoro y Quique de la Mota.
Árbitro: Pinto Herrera (Tenerife). No influyó en el resultado con decisiones relevantes pero hizo un arbitraje repelente estropeado aún más por la actuación de su ayudante de la Preferencia, un verdadero desastre a la hora de señalar los fueras de juego contra la Balona. Amonestó a los jugadores linenses Joe (19’) y Olmo (74’) y a los visitantes Jairo Alvarez (24'), Velasco (27'), Chota (40'), Amarito (64'), Sergio Sanchez (76'), David Vázquez (78') y Munir (87'). Demasiadas tarjetas en un partido limpio.
Incidencias: Encuentro correspondiente a la vigesimooctava jornada del campeonato de Liga de Segunda B, grupo IV, jugado en el Municipal Linense ante unos mil trescientos espectadores. Antes de comenzar el partido se guardó un minuto de silencio en memoria de Emilio Almendral y de José Muriel.
