Alineación inicial de la Balona ante el Villanovense. |
José Manuel Fernández/PB
Nadie le podrá negar a la Balona haber jugado el partido de mayor coraje de toda la temporada. El equipo buscó el gol, luchó hasta el último minuto y arriesgó todo lo que pudo pero no contó con una enorme nulidad ofensiva y con un adversario ultradefensivo apoyado en un árbitro repelente a más no poder.
Y eso que el partido empezó con una clara ocasión de gol en un cabezazo de Copi a centro de Rubén Cuesta en el minuto 3 que fue desviado por Javi Muñoz. Pero eso fue un espejismo momentáneo. El desorden y la ausencia de ocasiones fueron sumiendo al partido en un largo periodo de aburrimiento que sólo se rompía con algunas llegadas como el remate de David Hernández que terminó en saque de esquina.
El delantero puertorrealeño estaba jugando demasiado atrás, casi de media punta, dejando a Copi como referencia atacante. El algecireño peleaba sin acierto ante la ordenada defensa extremeña.
Alrededor de la mitrad del primer tiempo empezó a verse otra Balona más decidida. El Villanovense empezó a recular y la Balona se fue haciendo con el mando del encuentro a base de un coraje absoluto. No era calidad, sino genio, lo que estaba permitiendo a la Balona hacerse con el control del juego. Incluso llegó a apretar y a disponer de ocasiones. En el minuto 38, Copi controló mal dentro del área un balón enviado por Gallardo II cuando podía haberse quedado solo ante Javi Muñoz.
Y eso que el partido empezó con una clara ocasión de gol en un cabezazo de Copi a centro de Rubén Cuesta en el minuto 3 que fue desviado por Javi Muñoz. Pero eso fue un espejismo momentáneo. El desorden y la ausencia de ocasiones fueron sumiendo al partido en un largo periodo de aburrimiento que sólo se rompía con algunas llegadas como el remate de David Hernández que terminó en saque de esquina.
El delantero puertorrealeño estaba jugando demasiado atrás, casi de media punta, dejando a Copi como referencia atacante. El algecireño peleaba sin acierto ante la ordenada defensa extremeña.
Alrededor de la mitrad del primer tiempo empezó a verse otra Balona más decidida. El Villanovense empezó a recular y la Balona se fue haciendo con el mando del encuentro a base de un coraje absoluto. No era calidad, sino genio, lo que estaba permitiendo a la Balona hacerse con el control del juego. Incluso llegó a apretar y a disponer de ocasiones. En el minuto 38, Copi controló mal dentro del área un balón enviado por Gallardo II cuando podía haberse quedado solo ante Javi Muñoz.
Once titular del Villanovense (www.reciabalona.com) |
Eran sin duda los momentos más notables de la Balona. El Villanovense, como todos los equipos entrenador por el sustituto de Sánchez de la Nieta, empezó entonces a hacer todo lo posible por romper el ritmo con caídas y pérdidas de tiempo consentidas por Melián Socorro. Pese a ello, la Balona siguió buscando el área rival y pudo haber hecho daño si Tomás no arrebata un balón a David Hernández, que esperaba la caída de la pelota para fusilar.
La Balona salió fuerte tras el descanso. Rafael Escobar mantuvo el mismo once y la primera oportunidad llegó a los treinta segundos con un pase de la muerte de Salvi que Copi no pudo rematar. Luego, cumplido el primer minuto, llegó el penalti no señalado por Melián Socorro por manos de Tomás.
La Balona había arrancado muy bien la segunda parte y volvió a llevar peligro en el 52 con un centro de Bello desde la izquierda que Copi remató alto de volea con la pierna zurda.
Parecía que el gol era cuestión de paciencia pero también estaba claro que la Balona iba a tener que currárselo ante un equipo incómodo del que, además, había que evitar sus contragolpes. Tras unos momentos en los que el Villanovense dio la equivocada impresión de despertar, en el 62’, la Balona volvió a tener una ocasión en un centro de Salvi que Mejías despejó de cabeza hacia su propia portería. David Hernández siguió la jugada pero su remate dio contra el lateral de la red.
La salida de Paulino en el 66’ provocó tres minutos más tarde la ocasión más clara de los visitantes hasta ese momento. El veterano delantero largó un derechazo raso que obligó a Mateo a realizar una buena intervención junto al poste. Pero apenas si fue la única llegada peligrosa de los visitantes, porque la Balona siguió mandando.
Escobar puso a Raúl, jugador del filial, en el lugar de Rubén Cuesta. El rondeño salió con ganas y en su primera acción provocó peligro con una falta al borde del área lanzada sin éxito por Bello. Un minuto después hubo otra más centrada que culminó con un tremendo derechazo del asidonense por encima del larguero.
En el 75’, ni David Hernández ni Copi llegaron a un centro muy peligroso de Bello sobre el área pequeña. Estaba claro que la Balona no tenía suerte. Había esperanza por el tremendo ímpetu que ponían los jugadores blanquinegros, muy superiores al Villanovense, pero se seguía negado ante la portería del listísimo Javi Muñoz, que perdió todo el tiempo que le dio la gana ante la pusilanimidad del penoso árbitro que visitó el Municipal.
Salvo dos disparos peligrosos de Óscar, la Balona fue la que tuvo la pelota y apretó una barbaridad a base de coraje en los últimos minutos pero resultó insuficiente para sacar adelante un partido discreto en cuanto a calidad pero del que se puede resaltar el tesón de los jugadores blanquinegros.
La Balona salió fuerte tras el descanso. Rafael Escobar mantuvo el mismo once y la primera oportunidad llegó a los treinta segundos con un pase de la muerte de Salvi que Copi no pudo rematar. Luego, cumplido el primer minuto, llegó el penalti no señalado por Melián Socorro por manos de Tomás.
La Balona había arrancado muy bien la segunda parte y volvió a llevar peligro en el 52 con un centro de Bello desde la izquierda que Copi remató alto de volea con la pierna zurda.
Parecía que el gol era cuestión de paciencia pero también estaba claro que la Balona iba a tener que currárselo ante un equipo incómodo del que, además, había que evitar sus contragolpes. Tras unos momentos en los que el Villanovense dio la equivocada impresión de despertar, en el 62’, la Balona volvió a tener una ocasión en un centro de Salvi que Mejías despejó de cabeza hacia su propia portería. David Hernández siguió la jugada pero su remate dio contra el lateral de la red.
La salida de Paulino en el 66’ provocó tres minutos más tarde la ocasión más clara de los visitantes hasta ese momento. El veterano delantero largó un derechazo raso que obligó a Mateo a realizar una buena intervención junto al poste. Pero apenas si fue la única llegada peligrosa de los visitantes, porque la Balona siguió mandando.
Escobar puso a Raúl, jugador del filial, en el lugar de Rubén Cuesta. El rondeño salió con ganas y en su primera acción provocó peligro con una falta al borde del área lanzada sin éxito por Bello. Un minuto después hubo otra más centrada que culminó con un tremendo derechazo del asidonense por encima del larguero.
En el 75’, ni David Hernández ni Copi llegaron a un centro muy peligroso de Bello sobre el área pequeña. Estaba claro que la Balona no tenía suerte. Había esperanza por el tremendo ímpetu que ponían los jugadores blanquinegros, muy superiores al Villanovense, pero se seguía negado ante la portería del listísimo Javi Muñoz, que perdió todo el tiempo que le dio la gana ante la pusilanimidad del penoso árbitro que visitó el Municipal.
Salvo dos disparos peligrosos de Óscar, la Balona fue la que tuvo la pelota y apretó una barbaridad a base de coraje en los últimos minutos pero resultó insuficiente para sacar adelante un partido discreto en cuanto a calidad pero del que se puede resaltar el tesón de los jugadores blanquinegros.
Ficha del partido
Real Balompédica Linense: Mateo, Rafa Villén, Mario, Alberto Merino (Ezequiel, 83’), Gallardo II, Salvi, Rubén Cuesta (Raúl, 71’), Chico, Bello, Copi y David Hernández. Completaron el banquillo Pagola, Curro y Joe.
Villanovense: Javi Muñoz, Lolo Guerrero, Mejías, Tomás, Tapia, Willy (Adrián, 86’), Chema Mato, Anxo (Paulino, 66’), Pajuelo, Óscar y Juan Carlos (Jorge Pina, 55’). Los otros suplentes fueron Antonio David (p.s.) y Moraga.
Árbitro: Melián Socorro (Gran Canaria). Muy discreto y permisivo con las continuas pérdidas de tiempo de los visitantes. Excesivamente tarjetero y desastroso al no señalar un penalti de Tomás, que tocó el balón con el brazo en el minuto 1 de la segunda parte. Amonestó a los locales Rafa Villén, Rubén Cuesta, Mario y Copi y a los visitantes Chema Mato, Juan Carlos, Tomás y Jorge Pina. Desde luego, desplazarse desde las islas Canarias para dar tan paupérrima imagen es surrealista.
Incidencias: Encuentro correspondiente a la trigesimosegunda jornada del campeonato de Liga de Segunda B, grupo IV, jugado en el Municipal Linense ante unos mil doscientos espectadores. Antes de comenzar el partido se guardó un minuto de silencio en memoria de María del Carmen Gavira, abonada del club.
Villanovense: Javi Muñoz, Lolo Guerrero, Mejías, Tomás, Tapia, Willy (Adrián, 86’), Chema Mato, Anxo (Paulino, 66’), Pajuelo, Óscar y Juan Carlos (Jorge Pina, 55’). Los otros suplentes fueron Antonio David (p.s.) y Moraga.
Árbitro: Melián Socorro (Gran Canaria). Muy discreto y permisivo con las continuas pérdidas de tiempo de los visitantes. Excesivamente tarjetero y desastroso al no señalar un penalti de Tomás, que tocó el balón con el brazo en el minuto 1 de la segunda parte. Amonestó a los locales Rafa Villén, Rubén Cuesta, Mario y Copi y a los visitantes Chema Mato, Juan Carlos, Tomás y Jorge Pina. Desde luego, desplazarse desde las islas Canarias para dar tan paupérrima imagen es surrealista.
Incidencias: Encuentro correspondiente a la trigesimosegunda jornada del campeonato de Liga de Segunda B, grupo IV, jugado en el Municipal Linense ante unos mil doscientos espectadores. Antes de comenzar el partido se guardó un minuto de silencio en memoria de María del Carmen Gavira, abonada del club.