Belo pelea con un jugador sanluqueño |
Aunque los tres puntos en sí mismos no tengan una transcendencia extrema porque queda mucha Liga, la Balona está más obligada que nunca a imponerse al Loja... al Loja o al rival que viniera al Municipal Linense.
Lo ocurrido el sábado pasado en Sanlúcar exige un inmediata restauración del daño y los jugadores lo saben muy bien. De hecho, el capitán Chico se apresuró a decirlo en la radio el lunes. “La mejor manera de que la afición nos perdone lo de Sanlúcar es con una victoria sobre el Loja”.
Pero aparte de este elemento moral está el de los puntos en juego, que también tiene su importancia. La Balona puede dar un pasito más en hacia su primer objetivo, el de la permanencia. Rafael Escobar la cifró en verano en unos 45 puntos y, por tanto, faltan diecisiete con dieciocho jornadas por delante. Una victoria hoy dejaría esa primera necesidad en sólo catorce puntos, con lo que habría tiempo para pensar en cosas mejores. Además, supondría una dosis de tranquilidad con vistas al encuentro de la semana que viene ante el Cádiz.
Si la Balona recupera el ritmo y el nivel de juego exhibido justo antes de Sanlúcar de Barrameda tendrá muchas posibilidades de alzarse con el triunfo. Sus partidos ante Écija y Lucena fueron firmemente explicativos del nivel que puede adquirir el equipo en condiciones normales. Pero para eso hará falta, como siempre, que no se pierda la concentración ni la intensidad en ningún momento del partido. La Balona es un equipo muy difícil de batir si no se despista y si controla las jugadas a balón parado del rival. Si no es así, lo pasará mal por mucho que el que venga esté en puestos de descenso. Ya le sucedió eso el año pasado en casa con equipos como La Unión o el Lorca, que se llevaron un punto del Municipal con el mínimo esfuerzo y habiendo llegado en puestos de cola. En cambio, partidos intensos como ante el Jaén, el Puertollano, el Lucena o el Betis B fueron resueltos merced a esa intensidad a lo largo de los noventa minutos.
Con la lección bien aprendida, la Balona recibe al Loja sabiendo además que el cuadro granadino, debutante en la categoría, lleva seis semanas sin ganar. Acude con principios de ansiedad que le pueden influir de distintas maneras. Todo va a depender en gran medida de si la Balona marca pronto porque eso obligaría a un riesgo visitante que se podría aprovechar para sentenciar. Pero si van pasando los minutos y el equipo de Fernando Estévez se entusiasma comenzarán a aparecer las dudas en la Balona.
Lo ocurrido el sábado pasado en Sanlúcar exige un inmediata restauración del daño y los jugadores lo saben muy bien. De hecho, el capitán Chico se apresuró a decirlo en la radio el lunes. “La mejor manera de que la afición nos perdone lo de Sanlúcar es con una victoria sobre el Loja”.
Pero aparte de este elemento moral está el de los puntos en juego, que también tiene su importancia. La Balona puede dar un pasito más en hacia su primer objetivo, el de la permanencia. Rafael Escobar la cifró en verano en unos 45 puntos y, por tanto, faltan diecisiete con dieciocho jornadas por delante. Una victoria hoy dejaría esa primera necesidad en sólo catorce puntos, con lo que habría tiempo para pensar en cosas mejores. Además, supondría una dosis de tranquilidad con vistas al encuentro de la semana que viene ante el Cádiz.
Si la Balona recupera el ritmo y el nivel de juego exhibido justo antes de Sanlúcar de Barrameda tendrá muchas posibilidades de alzarse con el triunfo. Sus partidos ante Écija y Lucena fueron firmemente explicativos del nivel que puede adquirir el equipo en condiciones normales. Pero para eso hará falta, como siempre, que no se pierda la concentración ni la intensidad en ningún momento del partido. La Balona es un equipo muy difícil de batir si no se despista y si controla las jugadas a balón parado del rival. Si no es así, lo pasará mal por mucho que el que venga esté en puestos de descenso. Ya le sucedió eso el año pasado en casa con equipos como La Unión o el Lorca, que se llevaron un punto del Municipal con el mínimo esfuerzo y habiendo llegado en puestos de cola. En cambio, partidos intensos como ante el Jaén, el Puertollano, el Lucena o el Betis B fueron resueltos merced a esa intensidad a lo largo de los noventa minutos.
Con la lección bien aprendida, la Balona recibe al Loja sabiendo además que el cuadro granadino, debutante en la categoría, lleva seis semanas sin ganar. Acude con principios de ansiedad que le pueden influir de distintas maneras. Todo va a depender en gran medida de si la Balona marca pronto porque eso obligaría a un riesgo visitante que se podría aprovechar para sentenciar. Pero si van pasando los minutos y el equipo de Fernando Estévez se entusiasma comenzarán a aparecer las dudas en la Balona.