Los jugadores, con la pancarta/Juan Sierra |
Como si estuviera allí. No estaba físicamente pero todo el mundo sentía ayer la presencia de Luis Manciño. Los jugadores de la Balona lucieron brazaletes negros en señal de duelo por su muerte y portaron una pancarta con su frase, La Balona está viva, rematada con el nombre del fallecido que luego quedó en poder de los aficionados de la preferencia.
La afición se puso de pie y ovacionó como nunca, lo mismo que hizo durante el minuto de silencio. Además, fue colocado un ramo de flores en la grada de preferencia donde él se sentaba cada domingo.
Por supuesto que no faltó el lanzamiento de un cohete, labor de la que se encargó Luis cada vez que el partido o el acto lo requería.